No olvides que eres uno más de los olvidados...
Permanecía sentado sintiendo cada latido… sentado en mi soledad, en se gran sentimiento liberador que tortura con su recuerdo, estaba sentado ante mi ultimo buen deseo, hasta el momento en que mi humanidad me recordó que no he de ser eterno, ese dolor aun no desaparece, sigue ahí, al menos me recuerda que sigo vivo, y me dice paso a paso… “esto apenas empieza”.
Son estas sensaciones las que me llenan el día… estoy tan feliz de no olvidar que estoy solo, no quiero olvidar que ya fui olvidado.
Que la soledad llene cada día con su saciador vació.