Una pausa en el camino...

El tiempo se comporta como una barrera que no se puede evitar, y simplemente la distancia su mejor amiga, hacen su trabajo de la manera mas cruel. Ya no importa recordar cuantas veces ya he pasado esto, porque seguirá pasando.

Simplemente las decisiones no son tomadas por nosotros, y atenernos a la distancia y el tiempo no es la mejor ayuda, si ya era difícil poder avanzar a través de los problemas y de la vida misma, depender del gusto de otros para solucionar lo propio, es prácticamente imposible.

No es necesaria una rebelión, simplemente un verdadero deseo de luchar. En mi ese deseo esta decayendo, al ver que la lucha no es luchada como iguales. Deje mi espacio y mi tiempo para buscar algo que creí me pertenecía, ahora solo me doy cuenta que la opinión desmedida de otros me ha detenido. Ya no sirve quejarse, no sirve batallar, no sirve esperar la buena voluntad, pues para nosotros ahora no existe.

¡Ódienme de frente!

Sí tanto desprecio y malos sentimientos puedo despertar, ¡ódienme de frente!, no sean cobardes, y mucho menos sean hipócritas. Sí por alguna razón ante los ojos de los que me juzgan caigo en su desprecio, ¡háganlo de frente! No teman a herir, que el odio aceptado no hiere.

Guardo en mi interior suficiente carácter para enfrentarlo, no se crean importantes ante mis ojos, que con desprecio se ha logrado más que con respeto. Así mismo como he guardado mi conciencia de la manera más tranquila. Pido a aquellos que me detestan que lo hagan abiertamente, no lo hagan disimulando, buscando la razón más estupida para ocultar sus sentimientos.

Todos tienen derecho de desconfiar y preferir a quien le plazca, pero demostrar esa desconfianza lastimando, es de cobardes. No busco ser del agrado de todo el mundo, porque todo el mundo no es de mi agrado. No espero comprensión, porque yo tampoco puedo ofrecer comprensión. Espero rectitud y verdad al momento de enfrentar las situaciones.

Que quien me pueda odiar, no espere odio de vuelta, solo espere lastima. Pues conozco suficiente odio para comprender su pobre situación.

Un momento de paz...

Solo busco un momento de paz, un instante en que pueda sentirme en el lugar adecuado sin temer del futuro por venir. No suele ser gran cosa en la vida común de mucha gente, pero un instante como ese es lo que necesito desde hace tanto tiempo. Me he llenado de obligaciones, de objetivos y aun con todos ellos en mente, no he dejado de avanzar con la mirada fija en ellos. Pero ahora solo pido un instante, un momento en el que yo pueda ser yo para mí, sin tener que verme complaciendo la necesidad de otro.

Ya no siento el agotamiento, el cansancio ya desapareció, lo que quedo es una cicatriz que no puedo borrar, esa marca que dejo la desesperación y la presión en mí. He hecho las cosas como se me piden y tantas veces las he hecho mejor. No espero la valoración de mis acciones por otros, pues todas ellas van con mi propio interés. Lo que quiero y necesito se vio desplazado por lo que falta por hacer y lo que otros necesitan. También es cierto que estar para otros en el momento de necesidad nos hace sentir útiles, y nos da el sentimiento de bondad que en veces falta en la vida. Pero no puedo esperar a que esa ayuda a mi llegue.

Ya no estoy cansado, simplemente me he fastidiado de ser quien todos necesitan sin ser quien yo necesito.